Por lo general suele ser una situación habitual, sobre todo en personas que han sido muy sedentarias durante mucho tiempo.
Cuando comienzan un plan de actividad para adelgazar. En estos casos el peso no es importante, no es un buen indicativo de estar quemando grasas.
Hay que tener en cuenta que si después de mucho tiempo parados empezamos a movilizar los músculos, aunque sólo realicemos un trabajo cardiovascular de carga leve, nuestros músculos crecerán a poco que hagamos, lo que se traduce incluso en una ganancia de peso, algo que deja confundida a la gente, que comprueba como hace ejercicio y no baja de peso, incluso lo aumenta.
Pero “oído cocina” que incrementemos (moderadamente no queremos ser “cachimanes”) el tamaño muscular es algo que favorecerá la pérdida de grasa.
Esto que nos sucede es tan solo una simple adaptación al ejercicio, aumentar la masa muscular para poder responder mejor a los entrenamientos posteriores, no te asustes.
Una vez equilibrada esta masa muscular incluso se quemarán más calorías porque tenemos más tejido metabólicamente activo.
¿Qué significa esto?
En el músculo tenemos las mitocondrias encargadas de transformar la grasa en energía utilizable. Es decir, cuantas más músculo, más mitocondrias y por lo tanto más grasa quemaremos.
No te centres tanto en el peso y mira más como tus músculos se tonifican y los agujeros de tu cinturón van para abajo. El peso y los números ya llegarán, que esto de perder peso es un trabajo a largo plazo.
Get fit, be active!