Seguro que últimamente escuchas mucho en los gimnasios, o entre la gente aficionada a la actividad física, eso de: “Yo hago entrenamiento funcional, que es súper bueno”. Hayas escuchado eso o no, sigue leyendo, porque es cierto que es muy recomendable.
Antes de nada, ¿sabes lo que es el entrenamiento funcional? El functional training es un trabajo muscular que busca implicar varios músculos en la misma tarea a través de diversos ejercicios, como por ejemplo sentadillas con mancuernas o trabajo de flexiones con fitball, entre otros. Para que de esta forma se trabajen más los músculos estabilizadores. Se podría definir como el tipo de entrenamiento que busca un gran rendimiento muscular y un óptimo trabajo de nuestros músculos, a través de ejercicios basados en movimientos de nuestro día a día, para trabajar no sólo un grupo aislado de músculos, sino que se ejercitan una amplia cadena de ellos.
Todo esto tiene enormes beneficios, puesto que busca, a través de ejercicios adaptables a nuestras necesidades diarias, mejorar nuestro rendimiento y bienestar.
En los entrenamientos funcionales hay mucho trabajo coordinativo sumado a ejercicios con cargas, para ayudarnos a movernos más rápido, cansándonos menos y con más fuerza. En definitiva, una explosión de actividad positiva para nuestro organismo.
Y la conexión cuerpo-mente se verá incrementada en caso de realizar la actividad en el exterior, puesto que hay variantes en el ambiente que nos harán concentrarnos más en el trabajo para no fallar y no lesionarnos.
Sin duda, con el trabajo al aire libre adquiriremos más propiocepción, más control corporal.